No estás solo dentro de tu mercado, lo cierto es que siempre habrá competidores. ¿Qué tal, entonces, aprovechar esta condición? Al realizar el benchmarking, sus resultados tras analizar otras empresas serán más precisos.
Saber que puedes hacer uso de esta estrategia independientemente de tu dimensión, y que te ayudará a prepararte para satisfacer mejor las necesidades de tus clientes, al tiempo que te mantiene al día de las tendencias y demandas de tu sector.
Tu empresa es única, y no estás sujeto a seguir los mismos pasos que los demás, sin embargo, con el benchmarking puedes tener un punto de partida sobre cómo resolver ciertos problemas, por ejemplo, ya que tendrás alguna referencia.
Dentro del mercado del outsourcing de impresión, especialmente, este intercambio de información no se realiza con la frecuencia que debería. Sin embargo, es de vital importancia ponerlo en práctica para crecer y aprender.
Por ello, para ampliar tus conocimientos sobre este tema, te lo presentamos, empezando por su conceptualización, mostrándote también algunos de sus tipos y cómo ponerlos en práctica para ayudar a tu empresa a expandirse.
Benchmarking y cómo aprender del próximo
El concepto de benchmarking, palabra inglesa que deriva de “benchmark“, que traducida al español significa “punto de referencia”, se entiende como el acto de comparar tu organización en términos de operaciones, procesos o metodologías con otras del mismo entorno.
Uno de sus casos más populares no se aleja mucho del tema de la impresión, ya que en los años 70 Xerox se convirtió en la pionera del uso del benchmarking, dedicándose a estudiar por qué sus competidores, como Canon, podían vender máquinas a precios más bajos que los suyos.
Analizar los factores y comprobar qué acciones lleva a cabo la competencia, permite tener una visión amplia sobre cómo introducir mejoras a tu negocio, permitiéndote estar ajustado al mercado.
Esto puede abarcar nuevas oportunidades de crecimiento y resolución de problemas, algo que no sería posible verificar o comprender por sí solo, sin el intercambio de información y conocimientos.
Existen distintos tipos de benchmarking que pueden utilizarse en las situaciones más variadas, en función de las necesidades de la empresa. Mira la definición de 05 de ellos a continuación:
- Competitivo: en este caso, se utiliza como parámetro a los competidores directos, midiendo cómo se posiciona la empresa en relación con quienes se disputan sus clientes. Los datos no siempre están disponibles para su consulta, lo que puede dificultar su realización.
- Interno: aquí, la comparación tiene lugar dentro de la propia empresa, comparando algún proceso o tarea entre departamentos, sucursales, entre otros.
- Cooperativo: dos empresas se asocian para compartir información sobre sus procesos, intercambiando experiencias, lo que les permite crecer juntas.
- Funcional: en este tipo de benchmarking, la comparación puede realizarse entre empresas que no comparten el mismo segmento, ya que está relacionada con los procesos de trabajo que se llevan a cabo en ambas.
- Genérico: es una forma de realizar comparaciones de forma más amplia, entre cualquier tipo de empresa (del mismo sector, o diferentes) con el fin de obtener insights para llevar a cabo las mejores prácticas.
Luego pasaremos al paso a paso, pero antes de nada, también tengo que mostrarte que hay algunos principios que guían esta estrategia, y que son fundamentales para que se consiga el resultado deseado.
Es necesario seguir la reciprocidad (disposición de ambas empresas a compartir información), la analogía (la comparación en sí, de procesos, prácticas, productos y resultados con objetos similares), la mediación (evaluar los resultados de las prácticas de la empresa de referencia, si son eficaces) y la validez (la información obtenida debe ser válida).
Pasos para un benchmarking exitoso
Y bien, ahora que ya conoces algunos de los tipos que se pueden aplicar, te voy a mostrar los pasos para que realmente lleves a cabo la implantación de alguno de ellos en tu empresa.
SELECCIONAR UN OBJETIVO
En este proceso, inicialmente debes seleccionar lo que quieres priorizar en el benchmarking, los puntos que serán importantes analizar. Para hacerlo más fácil, haz una lista con cada uno de ellos, así el siguiente paso será más sencillo.
ELEGIR LAS EMPRESAS
En el caso de que no vayas a realizar un benchmarking interno, es decir, en tu propia organización, elige con qué otra empresa o empresas vas a comparar. Recuerda que elegir más de una te dará ventajas en cuanto a información, ya que podrás rellenar los gaps de datos que no encuentres en ninguna de ellas.
DECIDIR CUÁLES SERÁN LOS DATOS
Analiza qué métricas son importantes para ti y que necesitas recopilarlas. Esto dependerá de lo que quieras cambiar y de los insights que necesites, ya sean innovaciones que quieras implantar, avances que veas que necesitas hacer o un problema que necesites resolver.
RECOPILAR TODA LA INFORMACIÓN POSIBLE
Algunos de los datos de la competencia pueden ser confidenciales o difíciles de obtener. En un mercado en el que no se habla mucho, reunirlos puede convertirse en una tarea difícil, y hay que atenerse a los principios.
Después de recopilar toda la información posible mediante encuestas o informes, entrevistas, charlas con tus contactos de otras empresas, asistencia a eventos o cuestionarios formales, es hora de analizarla.
MEDIR TU RENDIMIENTO A TRAVÉS DE LOS DATOS RECOPILADOS
Una vez que dispongas de toda la información que hayas conseguido, júntala con la tuya, haz comparaciones, comprende las similitudes y diferencias entre ambas y comprueba qué puede utilizarse a tu favor y qué no se aplica a tu operación.
Por ejemplo, si el servicio de ellos es más rápido que el tuyo, ¿cuál es la causa? ¿Sería la formación utilizada? ¿Más gente en el equipo? La solución a tus problemas puede estar ahí mismo. ¡Analiza punto por punto y planifica tu plan de acción!
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